Photo by killerhippie
"Las leyes y el estigma contra la homosexualidad incrementan el riesgo de contraer VIH para todos".
Tim Wilson
En México prevalece el estigma contra el vih perjudicando el desarrollo social
SEAMOS EDUCADOS
Cada día que pasa en la Tierra, los seres humanos nos dotamos de mejores capacidades y facilidades para vivir, avances tecnológicos, medios de transporte más sofisticados, nuevas maneras de adquirir conocimientos, incluso las formas de entretenimiento mejoran y brindar una experiencia más placentera.
Pero aún con todos los avances que se han presenciado en la última década, las carencias emocionales y las deficiencias mentales hacen que el florecimiento de la humanidad retroceda. Mostramos actitudes egoístas, ignorando muchas situaciones y no tenemos disposición para conocer cómo podemos preservarnos de forma plena y saludable.
El estigma contra el VIH
Cualquier problema prevalece desde el momento en que no hay suficiente interés por ser parte de la solución. Los estigmas comienzan con la reproducción de información equivocada, limitando la percepción y la comprensión de los sucesos sociales, para posteriormente regocijarse en la agresión emocional y física. Un caso especial sucede referente a la constante discriminación que sufren las personas que viven con diagnóstico positivo de VIH, las burlas y los descalificativos que fomentan los individuos que no sufren esa condición de salud, son una respuesta intolerante y una forma de perpetuar la violencia, atentando contra la integridad y la vida de estas personas.
La desinformación manifiesta el poco interés de la población para resolver este problema, como un método de defensa por el temor general, refugiándose en bromas, comentarios y burlas de los temas que causan incomodidad; facilitando muchas veces las posibilidades de lidiar con lo que sucede en el mundo y sobrellevar las dificultades. Aunque algunas circunstancias se deben tomar con toda la seriedad y respeto posible para poder actuar con el propósito de adquirir soluciones y eliminar los problemas.
Una persona que ha sido diagnosticada con VIH, tiene un cambio radical en su vida. Descuida muchas áreas de importancia al verse envuelta en una oscuridad abundante, para esa persona, la vida es como un pozo profundo que con el transcurso de los días parece hundirse un poco más. Para una persona con esta condición, la sola idea de buscar apoyo o comprensión, es prácticamente improbable. La población mexicana, incluso mundial; tiene altos prejuicios contra el VIH, esto genera una serie de conflictos que perjudican frecuentemente las probabilidades para mejorar la salud pública, ya que no solo se descalifican a las personas que con todo el valor afrontan su nueva condición de salud y la comparten con otros, también es notable la falta de información con que disponen los individuos por su falta de apertura, promoviendo un estigma social injustificado. Además de sufrir las repercusiones de la enfermedad, los pacientes sufren con la desaprobación social y el rechazo general.
Otro aspecto notable, es la ausencia de empatía de unos con otros. Las personas son poco tolerantes para reconocer las diferencias del otro, incluso hay poca generosidad para aclamar los talentos ajenos; claramente se ve que las virtudes, facilidades y capacidades de la población no son tan sobresalientes, se reconoce que la propia comodidad es prioridad, mientras continuan actitudes de indiferencia que impiden ayudar a los demás. Se dejan pasar las oportunidades para ser mejores personas, crecer en armonía y envejecer con estilo. Duele admitir que hay poca colaboración, sobretodo cuando se desconoce la situación de otro y la gran cantidad de ayuda que requiere en su nuevo proceso médico, o incluso peor, se condena la vida de alguien más a quien no le han brindado ningún tipo de apoyo o contribución.
Como objetivo principal. Desde hoy, y hasta poder alcanzar las soluciones integrales para reducir en gran medida la pandemia del VIH; proponemos evitar emitir juicios sin validez ante la condición de salud de otras personas. Sin olvidar que nuestra prioridad es eliminar el estigma que se tiene hacia las personas portadoras de VIH. Todos, tienen la responsabilidad personal de vivir bajo sus propias reglas, sin dejar atrás la sensación de libertad. Además, si alguien tuvo la generosidad de compartir detalles de su salud, ten la mente abierta para apoyarle, dale una mano, incluso un abrazo, escúchale con atención y hazle saber que no está solo.
Comments